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Naciones Unidas: Una Gran Comunidad Internacional (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

  • EE.UU.- World Court League, League To Enforce
    Peace, ésta última recaudó más de
    un millón de dólares.

  • Italia.- Lega Universale per la
    Societá Delle Nazioni.

  • B) Los catorce puntos de Wilson.- Se
    refiere a un conjunto de propuestas de paz a efectos de
    eliminar las guerras. El Presidente Estadounidense Woodrow
    Wilson se refirió a la creación de una
    Institución internacional durante el conflicto
    bélico.[4]

  • C) Principales proyectos de la
    Organización Internacional
    .- Entre los principales
    proyectos tenemos:

El Plan Phillimore
del 20 de marzo de 1918; el Plan de la Comisión
Ministerial Francesa de la Sociedad de
las Naciones 18 de junio 1918; El Plan House 16 de Julio de 1918,
Los 4 proyectos Wilson
Agosto de 1918; del 10 de enero de 1919 y del 02 de febrero de
1919; el Plan Smuts del 16 de diciembre 1918; El Plan Cecil del
14 de enero de 1919; el proyecto
británico del 20 de enero de 1919; el proyecto de un acta
general relativo al establecimiento de la Sociedad de Naciones de
Italia.

El 14 de enero de 1919, la Comisión encargada de
elaborar el proyecto de la Sociedad de Naciones, presidida por el
Presidente Wilson, llevó a cabo tres reuniones
preliminares antes de la adopción
del Pacto de Naciones a seguir:

  • La primera reunión del 3 al 14 de febrero de
    1919.

  • La segunda reunión que permitió la
    consulta a los gobiernos y negociaciones con las potencias
    llamadas neutrales.

  • La tercera reunión que trató sobre las
    discusiones finales del 22 al 26 de marzo de 1919.

Al término de éstas reuniones,
Cecil-internacionalista- tuvo el encargo del presidente de la
Comisión en dirigir las negociaciones para los efectos de
lograr el consenso y la conciliación en la Sociedad de
Naciones, principalmente consultar a aquellos países que
no siendo partícipes de la contienda, manifestaban su
deseo de formar parte del Pacto de Naciones.
[5]

Finalmente, la Comisión adoptó un proyecto
preliminar de la creación de Sociedad de Naciones, el
mismo que fue sometido a la sesión plenaria de la Conferencia de la
Paz, aprobándola el 28 de abril de 1919; entró en
vigor el 10 de enero de 1920. De ésta forma, la Sociedad
de Naciones se constituye en la primera parte del Tratado de Paz
de Versalles que además contenía otros Tratados tales
como: Sain Germaint, Neuilly, Trianon y Sévres. El Tratado
de Versalles fue considerado como un instrumento híbrido
con la exclusión de Alemania de la
Liga de Naciones.

El preámbulo del Pacto de Naciones
contenía en síntesis
los siguientes principios:

  • Limitación del recurso de la
    guerra

  • Publicidad de las relaciones
    internacionales

  • Respeto al Derecho Internacional.

El objetivo fue
hacer posible una seguridad
colectiva que garantizara la integridad de todos los Estados,
fuertes y débiles, el arbitraje de los
conflictos
internacionales y el desarme, fue el elemento clave de la
propuesta del presidente Wilson de aquel entonces, hecho que
sirvió para sindicarlo como el autor de la creación
de la Sociedad de Naciones, por cuanto fue él quien
presidió la Comisión encargada de su
creación. Se trataba de un pacto corto y general; de todas
las formas de organización, la Sociedad de Naciones se
asemejaba a la de una confederación, con la ausencia de un
poder central
y orgánico. La exclusión de Alemania y la URSS al
no formar parte de la Sociedad de Naciones, ingresando hasta 1926
y 1934 respectivamente, limitaron desde un principio la
potencialidad de dicha organización. Los años
treinta marcaron su fracaso definitivo.

Las agresiones de las potencias fascistas y militaristas
mostraron su ineficacia. Alemania y Japón  abandonaron la Sociedad en
1933, e Italia en 1936. La ex URSS fue expulsada en 1939. El
inicio de la segunda guerra
mundial vino a certificar el deceso de la primera
organización universal de naciones.

Entre los fines de la Sociedad de Naciones
tenemos:

  • Promover la cooperación
    internacional, la paz y seguridad internacional

  • La solución de conflictos por
    medios pacíficos

  • La reducción voluntaria de los
    armamentos

  • Respeto a la integridad
    territorial

  • Independencia política de los
    Estados

  • Revision de los Tratados

La Sociedad de Naciones se concibió
en su origen como un organismo de cooperación laxo y no
como un cuerpo orgánico para gobernar al mundo. Los
Estados no supieron establecer la correspondencia de los
fundamentos políticos y sociales con la creación de
ésta organización internacional. Las posteriores
enmiendas norteamericanas terminaron por debilitar el Pacto de
Naciones. De otro lado, los propósitos del pacto
obedecieron a los intereses de sus autores y no de la humanidad
propiamente dicha.

Sin embargo, ésta organización
internacional, sirvió como un gran centro de conferencias
internacionales facilitando el intercambio de información de muchas; permitió la
continuidad de la idea de que los Estados deben organizarse para
lograr sus fines; demostró pese a su fracaso, el
intento de contar con la existencia de una organización
internacional de los Estados de perfil
universal.

No fue un "intento fallido", por el contrario,
fue un experimento necesario que permitió el
funcionamiento de una Institución en la práctica.
La década de los años 30, se caracterizó por
la creciente agresión contra pueblos inermes
[6]que preveía un conflicto
armado generalizado en toda Europa (la
segunda guerra
mundial).

Al desencadenarse, la segunda guerra
mundial por la invasión Nazi, la Sociedad de Naciones
quedó prácticamente quebrada y a ésto se
suma, que muchos de los miembros habían desertado y otros
no tenían interés
alguno en su permanencia.

Durante la segunda guerra mundial,
la Sociedad de Naciones funcionó apenas con pocos miembros
que aún permanecían en la Secretaría
General. Frente a esta coyuntura, la Sociedad de Naciones se
mostró incapaz de preservar la paz (eje de su existencia)
en el mundo, lo cual demostró debilidad en el hecho mismo
de su concepción que no pudo imponer soluciones
pacificas; ello hizo, que el carácter universal con que se
concibió quedase en el olvido. El momento histórico
en que nació la Sociedad de Naciones estuvo impregnado por
la decadencia de la civilización
cristiano-occidental.

La tarea de la transferencia de bienes y el
arreglo financiero de la Sociedad de Naciones fue declarada
concluido por la Junta de Liquidación el 31 de julio de
1947. Cecil-internacionalista de gran protagonismo en la SDN-
[7]pronunció: "La Sociedad ha muerto,
viva las Naciones
Unidas".[8]
La creación de la
Sociedad de Naciones dejó un gran precedente "la idea de
que los Estados debían organizarse para hacer frente a un
fenómeno mundial llamado "guerra"; recordemos que se
criticó duramente que la SDN al subrayar que fue una
organización débil y que por ello, no se pudo
imponer soluciones pacificas, pregunto entonces
¿Qué pasó con las Naciones Unidas respecto
al conflicto de EEUU e Irak?
¿A caso, las Naciones Unidas pudo evitar la
invasión estadounidense? ¿No es verdad, que a
raíz de éste hecho, el presidente George W. Bush
anunció reformar a las Naciones Unidas, debilitando al
Consejo de Seguridad que es el órgano político
más importante éste organismo
internacional?

Sin duda, las Naciones Unidas merecía ingresar a
un proceso de
reforma a efectos de que dicha organización conserve su
poder de decisión y mediadora en el marco de los
conflictos internacionales, pero sobre todo para hacer viable los
principios y propósitos de su creación, hecho que
se hace extensivo también a instancias de derechos humanos
dentro de la propia organización internacional. Pero al
margen de ello, son los propios Jefes de Estados o de Gobierno
según sea el caso, quienes tiene que asumir un estado de
conciencia mayor
respecto al comportamiento
que deben adoptar en el marco de las relaciones
internacionales, en la viabilidad de sus intereses
políticos, económicos, sociales y culturales y; que
éstos no deriven en conflictos que pongan en riesgo el
bienestar común de las personas que integran un Estado.
Asimismo, cuando un Estado es parte de la comunidad
internacional, concientizar los compromisos
internacionales

En el año 2005, la Carta de las
Naciones Unidas, cumplió 60 años de vigencia y
la
organización internacional más importante del
mundo "Naciones Unidas" se encontraba en medio de una
crisis de
credibilidad y en medio del debate para
definir una reforma estructural del organismo, entre ellas la del
Consejo de Seguridad, que se vislumbró como la más
urgente dado el conflicto de EE.UU con Irak.

Antecedentes a la adopción de la
Carta de las
Naciones Unidas de 1945.-[9]

La idea de crear una organización internacional
fue cobrando vigencia a través de declaraciones y/o
conferencias internacionales, que esbozan una preliminar idea de
lo que sería una organización internacional. La
primera guerra
mundial, sin duda, evidenció la inexistencia de un
sistema de
seguridad colectiva capaz de evitar una segunda guerra
mundial.

Entre los antecedentes a la Carta
podemos citar:

La Declaración de
Inter-aliada.-

El 12 de Junio de 1941 fue firmada ésta
declaración por 14 países a saber: Australia,
Canadá, Nueva Zelanda, Unión Sudafricana, Reino
Unido, Bélgica, Checoslovaquia, Grecia,
Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Polonia, Yugoslavia y
el Gral. De Gaulle a nombre de Francia. Nuevo
de estos países eran representantes de importantes
gobiernos en el exilio; sus territorios estaban bajo
ocupación enemiga. Esta declaración tuvo como
objeto mantener la paz basada en la cooperación de todos
los pueblos, como el único medio para detener la
agresión y garantizar la seguridad económica y
social en el mundo.

Carta del Atlántico
1941.-
[10]

El 14 de agosto de 1941, el Presidente de los Estados Unidos
Franklin D. Roosevelt, y el Primer Ministro del Reino
Unido, Winston Churchill, reunidos "en algún
lugar en alta mar frente a las costas de Terranova", emitieron
una declaración conjunta en la que sentaban "ciertos
principios comunes en las políticas
nacionales de sus países respectivos",
en los
cuales basaban sus esperanzas para un futuro mejor para el mundo.
Este documento, conocido como la Carta del Atlántico,
sirvió de base a la futura Declaración de las
Naciones Unidas.

En la Carta del Atlántico, los dos signatarios
afirman que "después de la destrucción final de
la tiranía nazi, esperan que se establezca una paz que
permita a todas las Naciones vivir seguras dentro de sus propias
fronteras y que garantice que todas las personas de todos los
países puedan desarrollar sus vidas libres del miedo y de
la miseria".

También declaran que "creen que todas las
naciones del mundo, por razones tanto de orden material como
espiritual, deben abandonar el uso de la fuerza. Puesto
que la paz no podrá mantenerse en el futuro si las
naciones continúan empleando armamentos terrestres,
marítimos o aéreos que amenacen o puedan amenazar
con la agresión más allá de sus
fronteras, creen que, mientras no se establezca un sistema amplio
y permanente de seguridad general, el desarme de tales naciones
es esencial. Asimismo, ayudarán y alentarán todas
aquellas medidas practicables que puedan aliviar de la abrumadora
carga de los armamentos a los pueblos amantes de la
paz".

Los dos estadistas también expresan en el
documento su deseo de lograr "la colaboración
más amplia entre todas las naciones en la esfera
económica a fin de obtener para todos mejores normas laborales,
progreso económico y seguridad
social".

Los 6 puntos centrales de la Carta del
Atlántico:

  • 1. Respeto a la integridad
    territorial

  • 2. Respeto al derecho de los pueblos, a elegir
    su régimen de gobierno, lo cual podría
    significar la defensa del principio de no intervención
    o de la democracia (libertad de elección absoluta) y
    condena de los regímenes totalitarios.

  • 3. Igualdad de los Estados en materia
    comercial

  • 4. Cooperación económica
    internacional

  • 5. La libertad de los mares

  • 6. Organización de la paz basada en los
    principios de: independencia económica, condena de la
    agresión, desarme y seguridad colectiva.

Conclusión:

  • Establecimiento de la Paz en las Naciones del
    Mundo

  • Vivir en libertad y abandonar el uso de la
    fuerza

  • Necesidad de establecer un sistema de seguridad
    permanente en el mundo

  • Colaboración económica entre todas las
    naciones del mundo.

  • En la Carta del Atlántico no se esbozó
    ningún aspecto relacionado a los Derechos
    Humanos

Declaración de las Naciones Unidas
1942[11]

La Declaración de las Naciones Unidas se
firmó el 01 de enero de 1942 en la primera conferencia en
Washington que se inició el 22 de diciembre de 1941 y
concluyó el 1º de enero de 1942. Fue una
declaración conjunta de 26 países intervinientes:
Estados Unidos de América, el Reino Unido de la Gran
Bretaña e Irlanda del Norte, la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas, China,
Australia, Bélgica, Canadá, Costa Rica,
Cuba,
Checoslovaquia, República
Dominicana, El Salvador,
Grecia, Guatemala,
Haití, India,
Luxemburgo, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nicaragua,
Noruega, Panamá,
Polonia, Unión de África del
Sur y Yugoslavia. Además la suscribieron otros 21
países: México,
Filipinas, Etiopía, Irak, Brasil, Bolivia,
Irán,
Colombia,
Liberia, Francia, Ecuador,
Perú, Paraguay,
Venezuela,
Uruguay,
Turquía, Egipto, Arabia
Saudita, Siria y Líbano.[12]

Los Gobiernos signatarios, habiendo expresado su
adhesión al programa
común de propósitos y principios que incorpora la
Declaración conjunta del Presidente de EE.UU. y el Primer
Ministro del Reino Unido, de fecha 14 de agosto de 1941, conocida
como Carta del Atlántico.

Los signatarios sostiene que:

Convencidos de que es esencial obtener una victoria
absoluta sobre sus enemigos para defender la vida, la libertad, la
independencia
y la libre profesión de cultos, así como preservar
los Derechos Humanos
y la justicia,
tanto en su propio suelo como en
otras tierras, y estando en el presente empeñados en la
lucha común contra fuerzas bárbaras e inhumanas que
tratan de subyugar al mundo;

Declaran:

1. Que cada Gobierno se compromete a utilizar todos sus
recursos, tanto
militares como económicos contra aquellos miembros del
«Pacto Tripartito» y sus adherentes con quienes se
halle en guerra;

2. Que cada Gobierno se compromete a prestar su
colaboración a los demás signatarios de la presente
y a no firmar por separado con el enemigo ni amnistía ni
condiciones de paz; podrán adherirse a esta
Declaración otras naciones que estén prestando o
lleguen a prestar ayuda material, y que contribuyan a la lucha
por derrotar el hitlerismo.

Washington, 1 de enero de 1942

Conclusión:

La Declaración de las Naciones Unidas de 1942,
enunciaba a diferencia de la Carta del Atlántico, la
necesidad de preservar los derechos humanos y la justicia social
en el mundo. Esta declaración apuntaba a la
cooperación de fuerzas de las naciones para derrotar el
hitlerismo como amenaza latente en el mundo. Fue el esbozo de la
futura Carta de las Naciones Unidas aprobada en la Conferencia de
San Francisco de 1945.

2.4.- Declaración de Moscú sobre
Seguridad General 1943.-

Esta Declaración fue fruto de la conferencia de
Ministros de Asuntos Exteriores de los Estados Unidos (Cordell
Hull) Inglaterra
(Anthony Eden) y la Ex Unión Soviética (Vyacheslav
Molotov) y Foo Ping-sheung, Embajador de China en la Unión
Soviética, que se celebró del 19 al 30 de octubre
de 1943.

La Conferencia de Moscú tuvo como resultado la
redacción de un comunicado conjunto y
cuatro declaraciones, de las cuales, la primera (objeto de
nuestro estudio) es la que se refiere a los principios de
acción
conjunta de los aliados, tanto en tiempo de
guerra como en tiempos de paz. Las otras declaraciones se
referían: [13]

  • A la destrucción del fascismo en
    Italia

  • Disolución del Anschluss de Austria con
    Alemania [14]

  • Disolución de las atrocidades cometidas por
    las hordas hitlerianas

Los cuatro gobiernos proclamaron que "reconocen la
necesidad de establecer, lo
antes posible,
una organización internacional general basada en el
principio de la igualdad
soberana de todos los Estados amantes de la paz, abierta a la
participación, en calidad de
miembros, de todos los Estados, grandes y pequeños para el
mantenimiento
de la paz y la seguridad internacionales".

Los signatarios también se comprometieron a:
"mientras se efectúa el restablecimiento del orden de
la ley y la
inauguración de un sistema de seguridad general" a
consultar entre sí y, según se presente la
ocasión, con otros miembros de las Naciones Unidas, con
miras a una acción conjunta en representación de la
comunidad de las naciones
". Afirmaron además que
"consultarían y cooperarían entre sí con
otros miembros de las Naciones Unidas para obtener un acuerdo
general practicable respecto de la regulación de los
armamentos en el período de la posguerra".

Conclusión:

Se esboza cuatro potencias mundiales para formar la gran
organización internacional en el mundo basado en
principios de igualdad soberana de todos los Estados para el
mantenimiento de la Paz y seguridad internacional: La ex
Unión Soviética, EE.UU. China y el Reino
Unido

Se presenta con mayor claridad el proyecto de
creación de la ONU, incluso
ensayando sus principios y propósitos

La necesidad de cooperar entre ellos: acción
conjunta.

Conferencia de Teherán, 1943

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(En la foto: Stalin, Franklin D.
Roosevelt y Winston Churchill)

Esta Conferencia se llevó a cabo el 28 de
noviembre y el 1 de diciembre de 1943. En escena se encontraban
Stalin, Roosevelt y Churchill conocidos por la historia como los "Tres
Grandes"
a causa del poderío de las naciones que
representaban y su colaboración pacífica durante la
Segunda Guerra Mundial. Relata la historia que estos tres grandes
líderes sólo se reunieron dos veces durante la
Segunda Guerra Mundial, pero cuando conferenciaron, sus
decisiones cambiaron el curso de la historia.

Fue el 1º de diciembre de 1943, cuando el
Presidente Roosevelt, el Primer Ministro soviético J.
Stalin, y el Primer Ministro Churchill, reunidos en
Teherán, declararon:

"…estamos seguros de que
nuestra concordia logrará una paz duradera. Reconocemos
plenamente la responsabilidad suprema que pesa sobre nosotros y
todas las Naciones Unidas de lograr una paz que movilice la buena
voluntad de la mayoría abrumadora de los pueblos del mundo
y proscriba el flagelo y el terror de la guerra durante muchas
generaciones." Los tres dirigentes dijeron también:
"Buscaremos la cooperación y participación activa
de todas las naciones, grandes y pequeñas, cuyos pueblos,
estén dedicados, en corazón y
mente, al igual que nuestros pueblos, a la eliminación de
la tiranía y la esclavitud, la
opresión y la intolerancia. Les daremos la bienvenida a
medida que decidan integrarse a la familia
mundial de las naciones democráticas."

Conclusión:

La declaración de Teherán significó
una afirmación a lo establecido en la declaración
de Moscú de 1943., teniendo un propósito la
Paz.

Declaración de Dumbarton Oaks,
1944[15]

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En Washington se llevó a cabo una conferencia
destinada a elaborar un anteproyecto de
constitución para la futura
organización internacional. Se convino, los principios de
la futura organización mundial. Con este objeto, se
convocó una conferencia de carácter práctico
verificada en una residencia particular de Washington-Dumbarton
Oaks-entre los representantes de China, Gran Bretaña, la
URSS y los Estados Unidos.

Esta conferencia se celebró en dos
partes:

  • a) Del 21 de agosto al 28 de septiembre de 1944
    con participación de los EE.UU, Gran Bretaña,
    URRSS

  • b) La segunda conferencia del 29 de septiembre
    al 04 de octubre de 1944 con participación de EE.UU,
    Gran Bretaña y China.

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Esta Conferencia fue el primer paso importante para
cumplir uno de los apartados de la Declaración de la
Conferencia de Moscú en 1943, donde se reconocía la
necesidad de crear una organización tras la guerra que
sustituyera a la Sociedad de Naciones. Las propuestas aprobadas
en Dumbarton Oaks (Propuestas para el establecimiento de una
Organización General Internacional) no constituyeron un
borrador definitivo para el proyecto de la ONU. No se
alcanzó un acuerdo en aspectos tan importantes como el
sistema de voto en el Consejo de Seguridad o si las
repúblicas que constituían la URSS serían
miembros de pleno derecho de la organización. Estos temas
se solucionaron en la Conferencia de Yalta de 1945 como
apreciaremos más adelante.

Las cuatro potencias sometieron a la
consideración de todos los gobiernos de las Naciones
Unidas, y a los pueblos de todos los países, una propuesta
de estructura de
la organización mundial, a fin de que la estudiaran y
discutieran conocida además como la "propuesta de
Dumbarton Oaks", el mismo que consistía en 12
capítulos[16]en el que se fija los
lineamientos de la organización a crearse de acuerdo con
la concepción de grandes potencias que la elaboraron.
Estos 12 capítulos estaban referidos a:

De acuerdo con lo propuesto en Dumbarton Oaks, cuatro
órganos deberían integrar la organización,
que se denominaría Naciones Unidas. Se crearía una
Asamblea General compuesta de todos los miembros. Luego
seguiría un Consejo de Seguridad, de once miembros. De
éstos, cinco serían permanentes y la Asamblea
General elegiría a los seis restantes por períodos
de dos años. El tercer órgano sería una
Corte Internacional de justicia y el cuarto, una
Secretaría. También se establecería un
Consejo Económico y Social que funcionara bajo la autoridad de
la Asamblea General.

La característica esencial del proyecto
consistía en atribuir al Consejo de Seguridad la
responsabilidad de evitar nuevas guerras. La
Asamblea General podría estudiar, discutir y recomendar
medidas para promover la cooperación internacional y
zanjar situaciones susceptibles de menoscabar el bienestar
social. Consideraría en principio los problemas
relativos al desarme y a la cooperación en la
conservación de la paz y la seguridad. Pero no
podría hacer recomendaciones sobre asuntos que estuviesen
en manos del Consejo de Seguridad, y tendría que dar
traslado a este organismo de todos los asuntos que requiriesen
ponerse en trámite.

Otro punto álgido del proyecto de Dumbarton Oaks
es el relativo a que los estados miembros debían poner
fuerzas armadas a disposición del Consejo de Seguridad
para impedir guerras y suprimir actos de agresión. Todos
estuvieron de acuerdo en que la falta de fuerzas armadas
había hecho fracasar a la Sociedad de las Naciones en sus
intentos de preservar la paz.

Los países aliados discutieron a fondo las
propuestas de Dumbarton Oaks. El gobierno británico
emitió un comentario detallado, y, en los Estados Unidos,
el departamento de estado distribuyó 1.900.000 ejemplares
del texto del
proyecto y explicó las propuestas en conferencias y por
medio de la radio y las
películas. Varios gobiernos, entre ellos los de Australia,
Bélgica, Canadá, Checoslovaquia, Francia, Holanda,
Nueva Zelandia, Noruega, Polonia, Sudáfrica, la
Unión Soviética, Gran Bretaña y los Estados
Unidos, hicieron críticas constructivas y
comentarios.

Las polémicas que se suscitaron sobre esto en la
prensa y la
radio
permitieron a los pueblos aliados juzgar los méritos del
nuevo proyecto para la paz. Se recalcaron insistentemente las
diferencias entre el nuevo proyecto y el pacto de la Sociedad de
las Naciones o liga de naciones; pero se convino, en general, en
que la medida de proporcionar fuerzas armadas al Consejo de
Seguridad constituía un notable adelanto.

Aún faltaba por resolver un asunto importante
que se había dejado pendiente en Dumbarton Oaks: el
procedimiento
de votación en el Consejo de Seguridad. Este vacío
se llenó en Conferencia de Yalta, 1945.

La Conferencia de Yalta de 1945.-

El 11 de febrero de 1945 la conferencia declaró
resuelto este asunto y convocó la conferencia de San
Francisco. Los tres dirigentes Churchill, Roosevelt y Stalin se
reunieron en esta conferencia, con sus Ministros de relaciones
exteriores y jefes de estado mayor manifestando:

"Estamos decididos a establecer a la mayor brevedad
posible, junto con nuestros aliados, una organización
general internacional para la conservación de la paz y la
seguridad.

Hemos convenido en que se debe convocar una
conferencia de las Naciones Unidas en San Francisco, Estados
Unidos, el 25 de abril de 1945, con el fin de redactar la carta
de dicha organización sobre la base de las conversaciones
oficiales de Dumbarton Oaks. "

Tuvo tres objetivos
delimitados esta conferencia:

  • 1. La Convocar a la Conferencia de San
    Francisco

  • 2. Aprobar el procedimiento de votación
    del Consejo de Seguridad

  • 3. La Representación de algunas
    Repúblicas Soviéticas en la
    Organización.

CONCLUSION:

  • Se concluye el proyecto de la Carta de las Naciones
    Unidas y por consiguiente la creación de la
    ONU

  • Se propone la creación de los órganos
    de las Naciones Unidas: AG, CS, Corte Internacional de
    Justicia y la Secretaría General y el
    ECOSOC.

Carta de las Naciones Unidas- Conferencia de San
Francisco, 1945

En 1945, representantes de 50 países se reunieron
en San Francisco para redactar la Carta de las Naciones Unidas.
Los delegados deliberaron sobre la base de propuestas preparadas
por los representantes de China, la Unión
Soviética, el Reino Unido, y los Estados Unidos en
Dumbarton Oaks, entre agosto y octubre de 1944. La Carta fue
firmada el 26 de junio de 1945 por los representantes de los 50
países. Polonia, que no estuvo representada, la
firmó mas tarde y se convirtió en uno de los 51
Estados Miembros fundadores.

La Conferencia congregó gente de todas las razas,
religiones y
continentes y todos resueltos a establecer una
organización que conservara la paz y ayudara a crear un
mundo mejor. El temario de la conferencia estaba formado por las
propuestas de Dumbarton Oaks, y correspondía a los
delegados redactar sobre esta base una carta aceptable para todos
los países. A ella, asistieron 850 delegados, que con sus
asesores y colaboradores, y el personal de la
secretaría, sumaban 3.500. Fueron allá,
además, 2.500 representantes de la prensa, la radio y los
noticieros cinematográficos, y observadores procedentes de
numerosas organizaciones y
sociedades. En
suma, la conferencia de San Francisco fue una de las más
importantes de la historia, y quizás también la
mayor de las reuniones internacionales que jamás se hayan
efectuado.

Los jefes de delegación de los países que
la convocaron, señores Anthony Eden, de la Gran
Bretaña, Edward Stettinius, de los Estados Unidos, T. V.
Soong, de China, y Vyacheslav Molotov, de la Unión
Soviética, se turnaron en la presidencia de las sesiones
plenarias. En reuniones posteriores, lord Halifax reemplazo al
señor Eden, el Sr. V. K. Wellington al Sr. T. V. Soong, y
el señor Gromyko al señor Molotov.

Proceso de adopción de la
Carta.-[17]

  • 1) Se formó un "comité de
    orientación," integrado por los jefes de
    delegación, que decidía sobre todos los asuntos
    capitales relativos a principios y normas. Aunque cada estado
    tenía un solo representante, el comité contaba
    con 50 miembros demasiado numeroso para las labores de
    detalle. Se encargó, entonces, a un comité
    ejecutivo de 14 jefes de delegación, que sometiese
    recomendaciones al "comité de
    orientación."

  • 2) El proyecto de Carta se dividió en
    cuatro secciones, cada una de las cuales fue estudiada por
    una "comisión." La primera de éstas se
    encargó de los propósitos generales de la
    Organización, sus principios, miembros, la
    Secretaría y la cuestión de enmiendas de la
    Carta. La segunda consideró los poderes y
    responsabilidad de la Asamblea General, mientras que la
    tercera se hizo cargo de lo relativo al Consejo de
    Seguridad.

  • 3) La cuarta comisión se ocupó
    del examen del proyecto de Estatuto de la Corte Internacional
    de Justicia, que había sido redactado por un
    comité integrado por jurisconsultos de 44
    países que se reunió en Washington en abril de
    1945. Hubo sólo diez sesiones plenarias, y casi 400
    reuniones de comités, en que se discutieron hasta los
    detalles más insignificantes. La Sociedad de las
    Naciones había contado con un organismo para la
    revisión de Tratados entre sus miembros.
    ¿Deberían las Naciones Unidas adoptar un
    sistema análogo? La conferencia finalmente
    acordó que los Tratados verificados con posterioridad
    a la creación de las Naciones Unidas sean registrados
    en la Secretaría para su publicación. En cuanto
    a revisiones, no se hizo ninguna declaración expresa,
    pero la Asamblea General tiene poderes para recomendar
    cualquier revisión cuando lo estime conveniente para
    la investigación de una situación que requiera
    una solución pacifica.

  • 4) La conferencia agregó todo un nuevo
    capítulo sobre un tema que no estaba incluido dentro
    de las propuestas de Dumbarton Oaks: el de crear un sistema
    especial para los territorios bajo la administración
    fiduciaria de las Naciones Unidas. Este asunto
    ocasionó muchos debates. ¿Debería el
    objetivo de la administración fiduciaria definirse
    como "Independencia" o como "gobierno propio" para los
    pueblos de estas zonas? Si Independencia, ¿qué
    hacer en el caso de las zonas demasiado pequeñas para
    defenderse por sí solas? Finalmente se
    recomendó que se promoviera el desarrollo progresivo
    de los pueblos de los territorios en fideicomiso de manera
    que éstos se encaminaran hacia la "Independencia" o el
    "gobierno propio."

  • 5) También se debatió largamente
    sobre la jurisdicción de la Corte Internacional de
    Justicia, y la conferencia decidió que los estados
    miembros no están obligados a reconocer la
    jurisdicción de esta Corte, pero pueden
    voluntariamente declarar su sometimiento a ella. Asimismo, se
    dedicó mucha atención al asunto de las futuras
    enmiendas de la Carta, y este punto quedó resuelto
    satisfactoriamente.

  • 6) Finalmente, el 25 de junio los delegados se
    reunieron en sesión plenaria por última vez en
    la ópera de San Francisco. Lord Halifax la
    presidió, y, al someter el texto final de la Carta a
    la aprobación de la Asamblea, dijo: "La
    cuestión que estamos a punto de resolver con nuestro
    voto es la más importante que podrá ocurrir en
    nuestras vidas." [18]

En vista del significado universal de la ocasión,
propuso que, apartándose del método
acostumbrado de votar alzando la mano, se procediera en forma mas
adecuada. Planteada la cuestión, cada uno de los delegados
se levanto y permaneció de pie incluso todos los presentes
-el personal adjunto, los periodistas y unos tres mil
espectadores. Culminó esta ceremonia en una magna
ovación que resonó en el recinto tan pronto como el
presidente hubo anunciado que la Carta había sido aprobada
por unanimidad.

Recordemos lo que dijo el Presidente de los Estados
Unidos Harry S. Truman:[19]

"La Carta de las Naciones Unidas que acabáis
de firmar -dijo el señor presidente Truman en su discurso de la
sesión de clausura- es una base sólida sobre la
cual podremos crear un mundo mejor. La historia os honrará
por ello. Entre la victoria en Europa y la victoria final, en la
más destructora de todas las guerras, habéis ganado
una batalla contra la guerra misma . . . Gracias a esta Carta, el
mundo puede empezar a vislumbrar el día en que todos los
hombres dignos podrán vivir libre y
decorosamente."

(..) La Carta sólo tendría valor si los
pueblos del mundo se resolvían a hacerla cumplir. "Si no
nos valemos de ella -concluyó-, habremos traicionado a los
que sacrificaron sus vidas por que nos fuese posible reunirnos
aquí, segura y libremente, para forjarla. Si
intentásemos servirnos de ella con egoísmo -en
provecho de una sola nación
o de un grupo
pequeño de naciones-, seríamos igualmente culpables
de esa traición."

La existencia de las Naciones Unidas no se inició
al firmarse la Carta. En muchos países ésta tuvo
que ser sometida a la aprobación de sus respectivos
congresos o parlamentos. Se había convenido en que la
Carta entraría en efecto cuando la hubiesen ratificado los
gobiernos de China, Francia, Gran Bretaña, la Unión
Soviética, los Estados Unidos y la mayoría de los
demás países signatarios, y cuando estos hubiesen
notificado del hecho al departamento de estado de los Estados
Unidos.

El nombre de "Naciones Unidas", fue
acuñado por el Presidente de los Estados Unidos de aquel
entonces, Franklin D. Roosevelt, 1 ° de enero de 1942, en
plena segunda guerra mundial, cuando representantes de 26
naciones aprobaron la "Declaración de las Naciones
Unidas
", en virtud, de la cual, sus respectivos gobiernos se
comprometían a seguir luchando contra las Potencias del
Eje.

LAS NACIONES UNIDAS EN
EL MARCO DE SU REFORMA[20]

Monografias.com

La Reforma de las Naciones Unidas: "urgencia para la
gobernabilidad global".
Teniendo como base de que en este
mundo, la necesidad de un órgano en el que los
países dialoguen está más clara que nunca,
considerando asimismo que las Naciones Unidas es la mayor
organización a nivel internacional y el foro más importante de la
diplomacia multilateral, nos es fácil entender el por
qué se requiere de unas Naciones Unidas realmente
eficientes y capaces de llevar a cabo sus elevados cometidos, en
favor de la buena gobernanza mundial.

La reforma de las Naciones Unidas supone la necesidad de
redefinir los compromisos, instituciones
y conceptos que han servido de base al orden internacional desde
1945. Cierto es también, que los cambios ya han venido
produciéndose desde hace algunos años, sobre todo
en el periodo que siguió al fin de la Guerra
Fría.

Vale recordar, por ejemplo, la reinterpretación
tácita que ha hecho el Consejo de Seguridad en los
últimos años del significado de las amenazas a la
paz y la seguridad internacionales a que hace referencia el
artículo 39º de la Carta. Originalmente, tales
amenazas tenían que ver con situaciones que podían
desembocar en conflictos armados entre dos o más Estados;
en la actualidad, las amenazas contempladas por el Consejo de
Seguridad se refieren, en su mayoría, a conflictos en el
interior de los Estados. Esas reinterpretaciones se han llevado a
cabo en el marco limitado del Consejo de Seguridad y,
frecuentemente, han ido a contracorriente de la opinión de
algunos Estados miembros.

Las circunstancias son, sin embargo, muy distintas. En
aquel entonces, los horrores causados por la Segunda Guerra
Mundial propiciaron la voluntad de construir mecanismos que
evitaran la repetición de una conflagración global.
Los líderes de la época aceptaron los principios de
equilibrio de
poder y zonas de influencia. Reconocieron la conveniencia de
institucionalizar el poder de las potencias vencedoras de la
guerra otorgándoles en el sistema de votación del
Consejo de Seguridad el derecho de veto. Decidieron,
también, la creación de un foro democrático
que permitiera a todos los Estados que accediesen a la
organización mundial la posibilidad de tener una voz en la
marcha de los asuntos mundiales; tal es la función de
la Asamblea General.

Lo anteriormente señalado nos brinda una idea
general de lo complejo y delicado que resulta abordar el tema de
la reforma de las Naciones Unidas, ello debido también a
que en la referida organización, materia de
nuestro análisis, confluyen diversas teorías
o enfoques de las relaciones internacionales, como son las
teorías realistas que estuvieron presentes en el momento
de la elaboración de la Carta y las Naciones Unidas, junto
con ello, el liberalismo
institucional, entre otros, aspectos que no podremos abordarlos
por el corto tiempo que se nos ha otorgado en esta
ocasión.

De lo señalado líneas arriba, y a fin de
brindarles un breve panorama de lo que implica la reforma de las
Naciones Unidas, nos hemos permitido dividir nuestra
intervención en tres momentos claros. En primer lugar,
analizaremos que tanto ha cambiado el contexto actual de aquel en
el cual se creó la Organización de las Naciones
Unidas, asimismo, realizaremos una breve descripción de cómo está
funcionando en la actualidad este organismo internacional. En
segundo lugar, abordaremos las propuestas más destacadas
que se han planteado para la reforma de las Naciones Unidas,
particularmente de la Asamblea General y del Consejo de
Seguridad. Finalmente todo lo anterior nos permitirá
arribar a algunas conclusiones que desde nuestra perspectiva
deben de tomarse en cuenta en la reforma de las Naciones
Unidas.

Todos hemos podido presenciar a lo largo de estos
últimos años, algunos hechos como el conflicto en
Bosnia-Herzegovina, la guerra civil en Ruanda, la
intensificación del conflicto palestino-israelí, la
intervención unilateral de los Estados Unidos en Irak,
entre otros, que no han podido ser resueltos de manera efectiva
por las Naciones Unidas. Estos acontecimientos han generado la
puesta en discusión de las acciones
tomadas por este organismo como institución en general, y
el desempeño de la Asamblea General y del
Consejo de Seguridad, en particular, especialmente por su proceso
de toma de
decisiones y su configuración.

Respecto a nuestro primer punto, podemos manifestar que
el principal factor que motiva el debate sobre la reforma de las
Naciones Unidas, y lo ha convertido en un tema constante en el
tiempo, es la dinámica de las relaciones internacionales
que avanzan a una velocidad
vertiginosa generando nuevas interacciones o complicando las ya
conocidas, confirmando de esta manera la expresión de
Keoane y Nye, cuando nos señalan que nuestra época
está signada tanto por la continuidad como por el cambio.

Esta dinámica, constante, ha hecho que el
contexto actual sea diferente a aquel en el cual se propuso,
negoció y aprobó la Carta de las Naciones Unidas.
La idea y preparación de una nueva organización
internacional, como ya lo hemos señalado, se inició
durante la segunda guerra mundial.

Dicha coyuntura marcó su naturaleza
política e
hizo reflexionar a las grandes potencias vencedoras de la segunda
guerra mundial en la necesidad de constituir un nuevo orden
internacional basado en el factor militar.

En ese sentido, podemos manifestar que, al instaurar una
organización para la paz, los vencedores de la segunda
guerra mundial también estaban construyendo una
institución diseñada para promover sus propios
intereses y para mantener en la forma más prolongada
posible el statu quo de la posguerra.

Por otra parte, y en el proceso de creación, las
grandes potencias estuvieron atentas a la necesidad de no cometer
los mismos errores de la Sociedad de las Naciones, vale decir,
evitar la confusión de responsabilidades para la paz y
seguridad, entre el Consejo y la Asamblea, así como no
tomar una aproximación legalista para la paz y la
seguridad internacionales.

Por ello, la posición de los aliados de tomar las
riendas de la futura organización en temas relacionados a
la paz y seguridad mundiales se apoyaba en las capacidades para
movilizar fuerzas militares, llegado el caso, y con lo cual se
pueda procurar el cumplimiento y ejecución de las
resoluciones de la organización, más concretamente
del Consejo de Seguridad y, por otra parte, contar con una
capacidad disuasiva, por medio de la cual ningún potencial
agresor pueda desafiar o cuestionar a la
organización.

Es a partir de todas estas consideraciones que se
planteó el tema de la membrecía permanente dentro
del Consejo de Seguridad, constituyéndose en un artificio
mediante el cual se aseguraba la participación continua de
las potencias vencedoras de la segunda guerra mundial en la nueva
organización y como correlato, el otorgamiento del derecho
a veto, con lo cual se les entregaba la potestad de poder
bloquear cualquier resolución de dicho Consejo, llegado el
caso concreto.

Este aspecto generó diversas reacciones en contra
durante la Conferencia de San Francisco, ocasión en la que
se señaló que dicha potestad colisionaba con el
principio de igualdad soberana de los Estados -plasmado
actualmente en el artículo 2º numeral 1 de la Carta-.
Sin embargo, también en dicha oportunidad se
remarcó que sin la concesión del veto
existía la posibilidad de que la organización no
contara con la participación de las cinco grandes
potencias, lo cual conllevaría irremediablemente a sufrir
la misma deficiencia de la Sociedad de las Naciones. Al aceptar
su conformidad con el veto, los representantes de los Estados
aceptaban de la misma forma la realidad de la desigualdad en el
contexto de la posguerra mundial.

De lo señalado, podemos inferir que la variable
de seguridad influyó significativamente durante los
inicios y una parte de la vida de la organización, pero
con el transcurrir de los años, e influido por el factor
tecnológico, hemos podido observar la consolidación
de la variable económica, la misma que no fue considerada
de forma adecuada en las relaciones entre los Estados.

Si bien, en el contexto de la segunda guerra mundial, se
consideró a la variable militar como la dominante a todas
las demás formas de poder; sin embargo, actualmente las
fuentes que
producen poder se han vuelto más complejas, toda vez que
en estos momentos la seguridad no es ciertamente el principal
problema que tienen que enfrentar los Estados por cuanto en la
actualidad han surgido una serie de nuevas amenazas
multidimensionales, que vienen afectando a la comunidad
internacional, como lo son, el calentamiento
global que ha traído consigo una serie de problemas
medioambientales, la pobreza
extrema, los problemas alimentarios, las enfermedades pandemias, y la
migración internacional, entre otros.
Problemas en los cuales la variable militar resulta ineficaz para
hacer frente por sí sola, a todos estos problemas
resultando así cuestionables los argumentos que defienden
su primacía.

Otro aspecto que debemos de considerar y que está
relacionado al cambio del contexto dentro de la
Organización es ciertamente su composición, por
cuanto al momento de su creación existían algunos
territorios que se encontraban bajo la
administración de las grandes potencias de acuerdo a
resoluciones de la Sociedad de Naciones y que, con el surgimiento
de la ONU, pasaron a ser territorios en fideicomiso.

Así, durante los diez años siguientes a la
creación de las Naciones Unidas, veintiún Estados
se unieron a la organización, mientras que, para finales
de los años sesenta el número de miembros era de
cien. Para 1982, la membrecía alcanzó ciento
cincuenta y siete Estados y actualmente la cantidad de Estados
miembros es de 192 (con la reciente incorporación de
Montenegro el 28 de junio del presente año).

Otro hecho posterior que generó el aumento de los
miembros de las Naciones Unidas fue el desmembramiento de la
Unión Soviética. A partir de dicho acontecimiento,
trece nuevos países asiáticos hicieron su ingreso a
la Organización y uno de ellos -la Federación Rusa-
asumió las funciones del
desaparecido Estado, haciéndose cargo, consecuentemente,
del asiento permanente que le correspondía en el Consejo
de Seguridad.

Este aumento de miembros dentro de las Naciones Unidas
ha influido directamente en su actividad, lo cual se puede
comprobar si realizamos una somera revisión de la agenda
propuesta para el sexagésimo primer período de
sesiones de la Asamblea General, en ella se puede apreciar
claramente que existen más de un centenar de asuntos,
entre los cuales podemos encontrar cuestiones territoriales y de
inmigración internacional, la
primacía de los Derechos Humanos, la justicia y el
Derecho
Internacional, el avance de las aguas y el peligro de algunos
Estados insulares, entre otros.

Otro aspecto que es preciso resaltar, y que se ha venido
produciendo con mayor intensidad desde la década de los
setenta, es el hecho de que los Estados vienen compartiendo la
escena internacional con actores no estatales, muchos de los
cuales tienen alcance global y se encargan de temas tan variados
que van desde lo político hasta lo sanitario.
Además, tienen una gran influencia en los países en
donde operan y una gran capacidad de convocatoria y de
simpatizantes. Del mismo modo, cuentan con un significativo
manejo de capitales en el caso específico de las empresas
transnacionales, cuyos productos y
ganancias superan, en muchos casos, aquellos que corresponden a
algunos Estados miembros.

Al respecto, la Carta reconoce la importancia de los
organismos no gubernamentales. Ello se puede desprender de su
artículo 61º en la que le otorga al Consejo
Económico y Social -ECOSOC- la facultad de dar status
consultivo y permite que dichas organizaciones presencien las
reuniones del ECOSOC, sometan declaraciones escritas, brinden su
testimonio en las reuniones del organismo y, en casos limitados,
propongan puntos para la agenda.

Sin embargo, así como se han presentado nuevos
actores dedicados a actividades lícitas, también
han surgido actores no estatales dedicados a actividades
ilícitas dando lugar al fortalecimiento o resurgimiento de
fenómenos tales como el terrorismo
internacional, el narcotráfico, el tráfico de menores,
entre otros, que junto a temas como los medioambientales, la
pobreza
extrema, las enfermedades pandémicas, las migraciones y el
problema de los refugiados, han sido denominadas como las nuevas
amenazas globales.

Estas amenazas globales vienen movilizando grandes sumas
de dinero en
consonancia con las facilidades tecnológicas actuales, que
les permiten actuar virtualmente en cualquier lugar del mundo,
con un efecto potencialmente devastador; además, son de
carácter no estatal y transnacional, lo que dificulta
aún más la labor de individualización e
imputación del acto a un Estado en particular y,
consecuentemente, la reacción internacional conjunta para
combatirla. Todo esto constituye un gran reto para la
organización, toda vez que ella fue pensada, como lo hemos
señalado, fundamentalmente para evitar conflictos
interestatales y de carácter tradicional.

Estos fenómenos de carácter
multidimensional, generaron diversas reacciones entre los Estados
miembros de la organización. Estados Unidos, por ejemplo,
a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001,
proclamó de manera abierta su posición de llevar a
cabo una guerra global contra el terrorismo y de actuar
unilateralmente, sí fuera necesario, en su lucha contra
esta amenaza.

Estas nuevas amenazas globales, a su vez, han generado
que el concepto
clásico de conflicto se vea ampliado. Como se
indicó anteriormente, las bases de la Carta se empezaron a
negociar entre los aliados en la Conferencia de Yalta y Dumbarton
Oaks, es decir, en plena Segunda Guerra Mundial. Por ello, se
consideró un concepto clásico de conflicto,
entendido como aquel que implica las hostilidades entre Estados,
emprendidas con el empleo de las
fuerzas armadas.

La presencia de fenómenos de surgimiento y
resurgimiento de conflictos intraestatales ha traído al
debate la necesidad que la Organización de las Naciones
Unidas revise el paradigma de
la intervención militar y humanitaria y, por otra parte,
que considere la reformulación del principio de no
intervención en la esfera interna de los Estados, en estos
casos. Ello nos permite a aspectos referidos a cómo viene
trabajando la Asamblea General y el Consejo de Seguridad,
respectivamente, lo cual hará posible mostrar de una mejor
manera por qué es necesaria una reforma de las Naciones
Unidas.

La Asamblea General, con una agenda diversificada y con
la responsabilidad de coordinar y supervisar una gran cantidad de
programas de
las Naciones Unidas, es el órgano en el que participan
todos los Estados miembros, además de ser considerado el
lugar en donde se puedan debatir los grandes temas mundiales, se
le otorgan también a éste órgano
responsabilidades en el área de la paz y seguridad
mundiales.

Se manifiesta que la Asamblea General presenta un
"carácter democrático" a partir de la formula "un
Estado-un voto". Asimismo, se indica que esta mecánica de votación no sería
justa en términos de los Estados que asumen la mayor carga
en las cuentas de la
organización.

La agenda de la Organización es un tema
importante toda vez que ella determina la extensión del
trabajo de la
Asamblea General en un determinado período. Del mismo
modo, en este instrumento se consideran los temas que van a ser
materia de debate y ello le confiere un significativo peso
político, porque plasma los intereses de los Estados
miembros y puede significar que un tema de su interés
pueda tener un impacto global y/o una solución
conjunta.

Si bien las necesidades de los Estados miembros de esta
organización son cada vez más apremiantes, es
conocido que las resoluciones de este órgano, no son
vinculantes para sus miembros, sino que son solo recomendaciones
que contienen un gran peso moral, por
cuanto representan la voz y la opinión de todos los
países del mundo.

Con relación al Consejo de Seguridad, que tiene
como responsabilidad primordial mantener la paz y seguridad
internacionales, el mismo se encuentra compuesto por quince
miembros, de los cuales cinco son permanentes y tienen derecho a
veto (como son Estados Unidos, la Federación de Rusia,
Francia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte y China), y diez son no permanentes, que son elegidos para
cumplir períodos de dos años (actualmente son
Argentina, República Democrática del Congo,
Dinamarca, Ghana, Grecia, Japón, Qatar, Eslovaquia,
República Unida de Tanzania y Perú).

Monografias.com

Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas

Sobre éste órgano se viene argumentando la
existencia de problemas de representatividad y
representación, toda vez que no refleja la
composición actual de las Naciones Unidas. Por ello, se
señala, en primer lugar, que debe ser reformado tanto en
el plano de los miembros permanentes como los no
permanentes.

En lo referente a los miembros permanentes, podemos
apreciar que en la actualidad se ha producido una
modificación de la concepción de poder, antes
restringida sólo al plano militar, por cuanto se dice que
las nuevas realidades políticas del mundo no se encuentran
representadas en la estructura del Consejo de Seguridad. El poder
económico global debería estar mejor
representado.

La membrecía permanente que caracteriza en estos
momentos al Consejo y que es producto de
las estructuras
imperantes en los tiempos de la segunda guerra mundial se
encuentra rebasada por los enormes avances que han acontecido en
el ámbito tecnológico y comercial.

En lo que respecta a los miembros no permanentes, el
argumento principal es que se ha incrementado el número de
miembros de la organización de su composición
inicial que fuera de once para pasar a quince en el año
1963.

Este tema de las membrecías, tiene como correlato
inseparable el derecho de veto que según se dice ha
socavado la autoridad y el funcionamiento del Consejo de
Seguridad, por cuanto ha sido ejercido en función de los
intereses nacionales de los miembros permanentes que no es
precisamente el interés de los miembros de la
organización en su conjunto.

Actualmente se viene señalando que, el cambiante
contexto internacional ha magnificado la función de este
órgano, lo cual ha generado que "de hecho" las funciones
del Consejo de Seguridad aumentaran en forma gradual, como
resultado de una decisión propia, ampliándose a
esferas más allá de su competencia.
Así, podemos observar que el Consejo de Seguridad se ha
puesto a legislar, aspecto que puede ser corroborado si nos
ponemos a analizar la resolución 1373 (2001), que fija
medidas de lucha contra el terrorismo o la resolución 1540
(2004), que equivale a una ampliación del tratado de
no-proliferación nuclear.

Una de las formas en las que pueden ser agrupadas las
propuestas de reforma es la siguiente: el primer grupo, referido
a aquellas que requieren la modificación de la Carta y, el
segundo grupo por aquellas que no requieren modificación
alguna.

Dicha clasificación se puede apreciar en los
debates de reforma de los citados órganos. Por ejemplo, en
el Consejo de Seguridad se viene proponiendo el aumento del
número de miembros permanentes y, por otra parte, la
necesidad que se modifiquen los patrones de rendición de
cuentas del referido órgano. Del mismo modo,
adicionalmente como un subtema dentro del gran tema de la
reforma, se viene haciendo referencia a la necesidad de
revitalizarlo, es decir, a la necesidad de tomar medidas para
mejorar su rol en la organización, su imagen e impacto
global y otras que pongan un alto a la erosión de
sus fortalezas.

En lo que respecta a la Asamblea General, durante los
debates se planteó, como un aspecto preliminar, la
necesidad de definir que necesitaba dicho órgano, si una
reforma o una revitalización. En ese contexto, se
señaló que una reforma implicaba una mejora en los
procedimientos
y en la metodología de trabajo, mientras que una
revitalización implicaba mejoras en su rol e
impacto.

Aquí, cabe señalar que ambos aspectos no
son excluyentes, y en todo caso la revitalización se
encuentra inmersa en la reforma: una Asamblea General
revitalizada implica tener una Asamblea General reformada, con
procedimientos y métodos de
trabajo más eficientes y que tengan un mayor
impacto.

Una de las propuestas está referida a la
periodificación de los temas de la agenda, es decir, que
aquellos se bienalicen o trienalicen, de tal manera que un tema
sería considerado por la organización, dependiendo
de su naturaleza, cada tres o cinco años, o en intervalos
más largos.

Al respecto, el Secretario General en su informe sobre
"Fortalecimiento de las Naciones Unidas: un programa para
profundizar el cambio", anotó que las actividades que ya
no resulten pertinentes deben dejarse de lado, mientas que,
respecto de los nuevos problemas, que han adquirido nueva
urgencia, tales como la
globalización y su efecto en el desarrollo, la
consecución de los objetivos de desarrollo del milenio, la
prevención de los conflictos, la lucha contra el
terrorismo, los problemas medioambientales, la migración
internacional, entre otros, las Naciones Unidas deben profundizar
sus conocimientos, precisar sus objetivos y actuar con mayor
eficacia.

En cuanto al tema de la votación, se han venido
proponiendo algunos esquemas diferentes al sistema actual de "un
Estado-un voto". Así se ha propuesto el establecimiento de
un voto proporcional, basado en el número de habitantes
que tiene el país, a efectos de guardar armonía con
un criterio básico de la democracia:
"una persona-un
voto".

Sobre el primer punto, se viene argumentando que la
Asamblea General debe recuperar su posición de
órgano principal de las Naciones Unidas, a partir de la
disposición que le otorga la potestad de discutir
cualesquier asunto o cuestión dentro de los límites
que le impone la Carta o que se refieran a los poderes y
funciones de cualquiera de los órganos. Al hacer uso de
esta prerrogativa, la Asamblea General podría, llegado el
caso, hacer recomendaciones y hasta establecer modificaciones a
las facultades y funciones de los otros órganos
principales.

Otro aspecto que marcaría el carácter
principal de la Asamblea General, puede ser encontrado en el
artículo 24º de la Carta, en el cual se establece que
los miembros de la organización confieren al Consejo de
Seguridad la responsabilidad primordial de mantener la paz y la
seguridad internacionales. El presente artículo establece
una relación de "poderdante-apoderado", por el cual los
"apoderados", en este caso los países miembros del Consejo
de Seguridad, deberían tener una relación de
dependencia frente a los "poderdantes", que vendrían a ser
en este caso los miembros de las Naciones Unidas, que de acuerdo
al artículo 9º, numeral 1 de la Carta le corresponde
a la Asamblea General.

En lo que respecta al punto segundo, se viene
argumentando la necesidad que dicho órgano recupere las
facultades legislativas que le corresponden, al tener la
posibilidad de dictar normas generales que, llegado el caso
concreto, deberían ser observadas por los otros
órganos de las Naciones Unidas, entre ellos el Consejo de
Seguridad, lo cual tiene su base en la atribución que
tiene la Asamblea General de impulsar el desarrollo progresivo
del derecho.

En ese sentido, se argumenta que, por ejemplo, la
Asamblea General podría adoptar una Declaración de
Principios y Normas de Orientación para regular cualquier
intervención de la Organización en un
situación grave al interior de un Estado miembro, cuando
tiene altas posibilidades de afectar la paz y seguridad mundiales
y esta resolución debería ser atendida y respetada
por todos los miembros de la organización, incluyendo los
del Consejo de Seguridad.

Con relación al tercer punto, se señala
que es necesario que la Asamblea General revitalice su calidad de
foro de debate en los temas de paz y seguridad mundiales, los
cuales, si bien tienen en algunos casos impacto global, y en
otros sólo un impacto regional o local, deben ser
discutidos por todos los miembros, porque la mejor forma de
enfrentar los problemas que potencialmente amenazan la paz y
seguridad mundiales, es mediante una acción
conjunta.

En este contexto, no nos resulta comprensible como el
tema del último conflicto en Irak no haya sido debatido en
la Asamblea General, a pesar que, por su naturaleza, resultaba de
interés mundial, más aun cuando dicho debate
hubiera guardado armonía con el tenor del artículo
12º numeral uno de la Carta.

Otro de los aspectos a destacar en la reforma de este
organismo, sin duda alguna, son las propuestas de reforma del
Consejo de Seguridad, las cuales han sido agrupadas en dos
grandes grupos: el primer
grupo está referido al aumento del número de
miembros y cuestiones conexas, y el segundo grupo se refiere a
los métodos de trabajo del Consejo de Seguridad y la
transparencia de su labor.

Cabe señalar, antes de detallar las propuestas
formuladas sobre el particular, que el "Grupo de Trabajo de
Composición abierta sobre la cuestión de la
representación equitativa en el Consejo de Seguridad y del
aumento del número de sus miembros y otros asuntos
relativos al Consejo de Seguridad", encargado de tratar el tema
ha señalado que, en lo concerniente al segundo grupo se
han producido avances, en particular en el tema de la
transparencia. Sin embargo, la discusión y avances sobre
los temas contenidos en el segundo grupo, prosigue con lentitud.
Dentro de este grupo las cuestiones más difíciles
tienen que ver con las categorías de miembros que se han
de ampliar, el veto y el número total de miembros en un
Consejo ampliado.

En cuanto al número de miembros de un Consejo
ampliado, se ha propuesto un mínimo de 20 miembros y un
máximo de 30. Aquí los países que apoyan la
propuesta, destacan la importancia de mantener la eficiencia y la
eficacia del Consejo de Seguridad y la necesidad que se atienda
lo concerniente a la representación regional. En ese
sentido, se han presentado propuestas que oscilan entre uno y
cinco miembros no permanentes para cada uno de los grupos
regionales actuales (África, Asia, América
Latina y el Caribe, Europa Oriental y Occidental y el Grupo
de los Estados Árabes).

Por otra parte también se han presentado
propuestas respecto a nuevos miembros permanentes. Según
el informe del Grupo de Trabajo, la propuesta incluye la
designación entre uno y dos miembros permanentes para cada
uno de los grupos regionales (los Estados en desarrollo de
África, Asia y América Latina y el Caribe, los
países industrializados, el Grupo de los Estados
Árabes y la Unión
Europea).

En este contexto, una de las propuestas es que los
puestos permanentes por región sean ocupados rotativamente
por los Estados miembros que la conformen, sistema que
deberá, llegado el caso, garantizar que ningún
Estado miembro que lo integre se vea excluido.

Por otro lado, algunas delegaciones propusieron que un
Consejo de Seguridad ampliado debería reflejar
proporciones y relaciones similares a las de 1963, vale decir el
Consejo debería representar el 13% de la
organización, o una relación de un miembro del
Consejo por cada ocho Estados. Asimismo, se planteó que la
proporción entre miembros permanentes y no permanentes sea
de uno a tres o de uno a cuatro.

En cuanto a los criterios para la elección de
miembros no permanentes en un Consejo ampliado se ha considerado
que se tenga en cuenta los candidatos de países en
desarrollo y países industrializados y que, llegado el
caso, ningún grupo nacional o regional debería ser
objeto de discriminación.

De otra parte, en cuanto a la elección de
miembros permanentes, las propuestas para una eventual reforma
señalan que se debe considerar la distribución geográfica equitativa
así como la capacidad para contribuir a las operaciones de
mantenimiento de la paz. En ese sentido, y de manera adicional se
habla de que hay que tener en cuenta las nuevas circunstancias
económicas y políticas así como las
situaciones de desarrollo y de industrialización de los
países.

Otros criterios propuestos son el no uso de la fuerza en
las relaciones internacionales, el respeto del
derecho internacional, la promoción de los derechos humanos y la
contribución a la asistencia humanitaria por parte del
candidato.

Sin embargo, al margen de lo establecido por el "Grupo
de Trabajo de Composición abierta sobre la cuestión
de la representación equitativa en el Consejo de Seguridad
y del aumento del número de sus miembros y otros asuntos
relativos al Consejo de Seguridad", se debe mencionar que existe
una propuesta concreta para el aumento de la membrecía
permanente: la postulación de Alemania, Japón,
India y Brasil (denominados Grupo de los Cuatro). De acuerdo a
una declaración conjunta emitida en septiembre de 2004,
los citados países miembros se proponen como
legítimos candidatos para una membrecía permanente
en un Consejo de Seguridad ampliado, bajo la premisa de que es
esencial que dicho órgano incluya países que tienen
"el deseo y la capacidad para asumir mayores responsabilidades en
las áreas de la paz y la seguridad internacionales".
Además se debe destacar que Japón y Alemania son,
respectivamente, el segundo y tercer mayor contribuyente de la
organización y juntos, contribuyen más que el
primero, Estados Unidos.

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